Soy Rafa Perdomo, un fotógrafo alicantino apasionado por capturar la magia de las familias. Me inspira el poder de la fotografía para detener el tiempo y crear recuerdos inolvidables. Mi estilo es espontáneo y natural, buscando siempre esos momentos auténticos que reflejan el amor y la conexión que os une. Quiero que mis fotos sean una celebración de vuestra familia, algo que colgaréis con orgullo en vuestras paredes. Mi objetivo es que os sintáis cómodos y disfrutéis de la experiencia, creando juntos recuerdos que durarán toda la vida.
Con años de experiencia, he perfeccionado mi habilidad para capturar la esencia de cada familia. Mi enfoque se basa en la naturalidad y la honestidad, creando imágenes que transmiten emociones auténticas. Si buscas fotografías que cuenten vuestra historia tal y como es, sin poses forzadas ni decorados artificiales, estás en el lugar adecuado. Mi objetivo es que mis fotos sean un reflejo de vuestra personalidad y os hagan sentir orgullosos de vuestra familia.
Mi pasión es crear fotografías que transmitan el amor y la conexión que une a las familias. Mi objetivo es que mis sesiones sean una experiencia divertida y relajada, donde podáis ser vosotros mismos. Desde sesiones en estudio hasta aventuras al aire libre, me adapto a vuestras necesidades para crear recuerdos que atesoraréis siempre.
Soy una persona sencilla y natural, y trato de trasladar estos rasgos a mis fotografías.
¿Que qué significa que soy sencillo y natural? Pues que me gusta pasar tiempo con mi mujer y mis hijos Teo y Nora, escuchar música mientras me tomo una cerveza, leer novela negra, viajar, disfrutar de una buena sobremesa con amigos, la tortilla de patatas con y sin cebolla, coleccionar gorras, y un largo etcétera de cosas naturales 🙂
¿Y cómo traslado esta naturalidad a mi trabajo? Pues acercándome a la gente de forma espontánea y con una sonrisa. Tratando de capturar todos los gestos de amor que se dan entre los miembros de una familia, que son muchos. Y es que la experiencia me dice que, al final, las fotos que más valoramos, por encima de un paisaje maravilloso, son aquellas en las que están nuestros seres queridos.
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